#mesdelabiblia
Ver resumen del encuentro pastoral
En el mes de octubre algunas comunidades cristianas protestantes celebran el mes de la Biblia, conmemorando el hecho de Martín Lutero cuando decidió clavar las 95 tesis en las puertas de la iglesia de Wittenberg. Es por ello, que, en ocasión de este mes, Teología para el Camino, el Seminario Bíblico Teológico de Colombia y la emisora Impacto Stereo 98.2fm han unido esfuerzos para desarrollar una programación especial, en la cual abordarán temáticas relevantes para el pueblo cristiano protestante las cuales están relacionados con esta celebración.
La primera temática estuvo a cargo del oficial de la obra del Movimiento Misionero Mundial en Colombia, el pastor César Rueda, quien señaló que la labor y/o rol de la iglesia ya estaba estipulado por Dios en la Biblia, citando lo que dice Mateo 5: 13 -16
“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
En este sentido, añadió que, la iglesia tiene una esencia establecida de forma clara por Dios, la cual debe cumplir con la función a la cual está llamada, es decir, a dar sabor; “preservar lo bueno” y “alumbrar” a un mundo que está en completo caos y oscuridad.
Así mismo, el pastor nos decía que la iglesia de Cristo tiene una identidad que no se puede perder ni olvidar; según nos dice el apóstol Pedro en su segunda carta, en el capítulo dos, verso nueve:
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;” 2 Pedro 2:9
También enunciaba que el rol tiene una influencia que transforma e influye la sociedad en la que vivimos y que básicamente la orientación de la iglesia es en dos sentidos; el primero de ellos, “hacia fuera” porque la iglesia no puede ser anónima (Mateo 5:14) y “hacia adentro” edificando el cuerpo de Cristo, como lo dice la palabra de Dios:
“y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. Hechos 1:8b
Continuando, afirmó que existen tres características o aspectos fundamentales que la iglesia debe tratar de perseverar, en primer lugar; reflejar el carácter de Dios, así como lo dijo el apóstol Mateo
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Mateo 5:16
Nuestro modo de vivir, como decía alguien, es un testimonio andante en todo momento y a toda hora; por lo que a través de nuestra vida nosotros mostremos la intención de nuestros corazones con hechos.
El pastor César hizo un llamado especial a los líderes y pastores recordándoles que tenían la tarea de apoyar en la formación del carácter de los hermanos, como lo apoya la palabra de Dios.
“a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;”. Colosenses 1:28
El segundo aspecto es el de satisfacer la necesidad del mundo, la iglesia ha sido llamada a traer restauración a las personas que tienen necesidades más allá de las visibles a los ojos.
El pastor nos dio el ejemplo del cojo que solía estar a la entrada de templo la Hermosa, el cual tenía un deseo a simple vista, quería que le dieran dinero. Pero el apóstol Pedro llegó más allá de su deseo natural y le suplió la necesidad que era realmente apremiante en ese momento.
“No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”. Hechos 3:6
En este sentido, la iglesia ha sido llamada a darle al mundo lo que necesita y no lo que quiere.
Por último, la labor que no debe dejar la iglesia es, salir y hacer buenas obras, nosotros como pueblo del Señor hemos sido instruidos y capacitados para ayudar a nuestro prójimo a través de obras sociales en lugares como: cárceles, hogares geriátricos, fundaciones, entre otros, aquellos sitios donde está una necesidad latente, pero sin dejar de llevar la predicación del evangelio.